Los avances tecnológicos entregan herramientas que facilitan el trabajo o bien que resultan útiles en ciertas circunstancias. En ese sentido, incorporar un sistema de posicionamiento global (GPS) en un automóvil puede resultar bastante beneficioso en múltiples ámbitos, pero sobre todo cuando hablamos del caso lamentable de robo de un vehículo.
En primer lugar, los sistemas GPS permiten, a los propietarios y a las fuerzas de seguridad, rastrear la ubicación exacta del vehículo en tiempo real. Esto facilita en gran medida la recuperación del automóvil, ya que se puede seguir el movimiento y también determinar la ubicación precisa del vehículo. Además, es útil para entregar información a las fuerzas de seguridad para facilitar la recuperación del vehículo, lo que es importante ya que la capacidad de actuar rápidamente aumenta las posibilidades de éxito.
En segundo lugar, algunos sistemas GPS cuentan con la capacidad de enviar alertas cuando el vehículo se mueve sin autorización. Esto significa que, en caso de robo, el propietario del automóvil puede recibir notificaciones instantáneas sobre la actividad no autorizada y, por ende, tomar medidas más rápidas.
En tercer lugar, un sistema GPS también entrega registros de ubicaciones anteriores pueden ayudar a las autoridades a reconstruir la ruta seguida por el vehículo robado. Esto puede ser valioso para localizar el paradero actual del automóvil y también puede proporcionar pruebas en caso de un proceso legal.
En cuarto y último lugar, existen algunos sistemas avanzados que permiten la desactivación remota del vehículo. Esto es bastante útil ya que puede incluir funciones como apagar el motor de manera remota o bloquear el encendido, lo que dificulta que el ladrón continúe utilizando el automóvil.